Todas las legislaciones sobre tráfico recogen de algún modo la obligatoriedad de mantener una distancia al vehículo precedente suficiente como para evitar colisionar en caso de reducción brusca de velocidad. Sin embargo, no todas cuantifican cual debe ser esa distancia mínima, ni los factores de los que depende.

Considerando tiempos de percepción y reacción de hasta 2 segundos, la distancia de seguridad que a 100 Km/h permite no impactar al vehículo que frena es de 55 metros.
Si el obstáculo a librar no es el primer vehículo - que mientras frena continua avanzando - sino un objeto inmóvil que aparece repentinamente, por ejemplo si el primer vehículo se aparta para esquivarlo, el segundo conductor ya solo cuenta para detenerse con la distancia que venía guardando al vehículo precedente:
La distancia de seguridad en este caso debe ser por tanto mayor. A los mismos 100 Km/h, la separación que permitiría librar este obstáculo sobrevenido sería ya de 110 metros.
En la siguiente figura se comparan las distancias de seguridad necesarias para no impactar al vehículo precedente que frena, ó para para no chocar contra un obstáculo detenido que el primero deje libre tras esquivarlo.
Vídeo recomendado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario