La circulación sobre hielo o nieve somete al vehículo a condiciones
adversas que requieren una conducción más prudente.
El tipo de neumático utilizado puede aumentar la capacidad
de adherencia, facilitando el manejo del vehículo.
La capacidad de un neumático convencional para fijarse al
pavimento se reduce drásticamente por debajo de los 7º C. Los llamados
neumáticos de invierno utilizan compuestos que presentan una menor pérdida de adherencia
a bajas temperaturas. Así mismo, cuentan
con más canales para la evacuación de agua ó nieve, y una mayor profundidad de
dibujo. Estas características permiten mejorar sus prestaciones de frenada
sobre pavimentos mojados ó sobre nieve.
Una alternativa a los neumáticos de invierno convencionales
son los neumáticos con clavos, de uso muy extendido en los países del norte de
Europa. El aumento de adherencia es muy superior al que proporciona un
neumático convencional con cadenas, ya que incorpora el mecanismo de agarre
(clavos) en la totalidad de la banda de rodadura, y no únicamente en el
conjunto discontinuo de puntos donde se ubican los eslabones (en el caso de
neumáticos con cadenas).
No obstante, el uso de neumáticos con clavos está en muchos
lugares restringido a determinadas épocas del año, ya que si bien presentan
muchas ventajas sobre nieve o hielo, producen un gran desgaste del pavimento en
seco.
Es importante que nuestros neumáticos sean de calidad y que se adapten al estado de la carretera y de la meteorología.
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