jueves, 7 de junio de 2012

Peatones y fases semafóricas: ¿Están bien programadas?


El ciclo de un semáforo para peatones consta de una primera fase verde que permite el paso, una verde-intermitente que avisa del próximo cambio a rojo, y finalmente la fase roja en la que el cruce de la calzada está prohibido.

¿Cómo se determina cuanto debe durar cada fase?.


El semáforo para peatones solo puede estar en verde mientras el de vehículos está en rojo. Sin embargo, tras el cambio a rojo del semáforo de vehículos, el de peatones no pasa a verde de manera inmediata, sino que existe un decalaje de seguridad (Dec-1). De igual modo, cuando el semáforo de peatones pasa a rojo, existe un decalaje (Dec-2) antes de que el de vehículos cambie a verde.


Por tanto, el tiempo disponible para las fases verde y verde-intermitente es menor que lo que dura la fase roja para vehículos (unos 6 segundos menos, ya que cada unos de estos dos decalajes suele programarse de 3 segundos).

La fase verde intermitente debe tener una duración suficiente como para que, estando en dicha fase, un peatón que ya haya iniciado el cruce pueda alcanzar la acera antes de que cambie a rojo. Mientras un peatón joven cruza a una velocidad de 1,5 m/s, uno anciano puede caminar a menos de 1,0 m/s. Un semáforo dimensionado para proteger la seguridad de los peatones menos veloces debería tener una fase verde-intermitente que dure tantos segundos como metros de anchura tenga la calzada.

Algunos semáforos disponen de un contador de tiempo, que marca los segundos que restan hasta el próximo cambio de fase. Esta información, junto al número de marcas viales que tiene el paso de cebra -que da una medida de la anchura de la calzada- permite evaluar si es posible o no completar el cruce antes del comienzo de la fase roja.

1 comentario:

  1. muy buen analisis, los semaforos de cuenta regresiva en gran parte ha contribuido a reducir los accidentes de transito.

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